Quería que los peques participaran, claro, algo hecho por todos para él.
Asi que empezaron por pintar la tela con pintura para tela; les enfundé en ropa vieja y...¡¡¡a pintar!!
Al principio estaban muy comedidos, cada uno su pincel, aclaraban el pincel antes de coger otro color...
Pero al cabo de un rato...
¡¡¡Oh dios mio!! ¿Habrá sido una buena idea?
Una vez seco y planchado para que la pintura se fijara a la tela, empieza mi trabajo.
Añadí la parte de la espumilla del cojín para hacer la funda del móvil, así amortiguará mas las frecuentes caidas.
Cosí por el revés la bolsa usando las medidas del móvil, dejando parte sobrante para la tapa.
Y por último los remates, le añadí un cordoncillo hecho de la misma tela que servirá como ojal, y un botón grande de madera que va muy bien con los colores.
Y este es el resultado:
Una funda personalizada y a prueba de golpes ;)
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