- ¡¡Muy bien!!
Una frase que usamos habitualmente con nuestros hijos, en mi caso, mas de lo que me gustaría muchas veces.
Lo escuchamos continuamente y es dificil no caer en ello, cómo tantas otras cosas que permanecen en nuestro disco duro complicadas de borrar.
Quizás sea dificil de borrar , pero sí se pueden criticar, cuestionar,darse cuenta de que las cosas se pueden hacer de otra manera. Y con esa consciencia comienza muchas veces el principio del cambio.
Sin embargo, detrás de estas palabras, en principio positivas hacia el niño, hay un peligroso doble filo: una continua aprobación, un juicio de valor sobre lo que el niño hace, dice o siente; nosotros consideramos que lo que hace es lo correcto, o lo que nos viene mejor a nosotros, lo que nos hace sentir mas cómodos... y le contestamos : ¡¡¡muy bien!!!
Y asi se entra en un juego conductista, en el que el niño/a se siente bien por el reconocimiento positivo de su padre o de su madre, y hará todo lo que se espera de ella/él o todo lo que se le pida para obtener esta frase de reconocimiento.
El conductismo funciona en general bien, y tiene unos resultados rápidos en corto espacio de tiempo, pero también tiene otro lado negativo.
Los niños/niñas que estan acostumbrad@s a que se les diga ¡muy bien!! , suelen hacer las cosas e inmediatamente buscan la mirada de la persona de referencia para obtener esa aprobación; sin ella, lo que hacen carece de sentido para ellos/ellas.
Necesitan esa aprobación externa para sentirse bien, para saber que lo que hacen está bien y agrada a los demas...
Pero...
¿Dónde queda la autopercepción de los propios sentimientos? ¿ Lo que hago me hace sentir bien a mi? ¿ me gusta dar besos a los desconocidos? ¿ me siento bien si le pido perdón a mi hermano cuando en el fondo siento aun rencor hacia él?
Esas sensaciones, esos pensamientos propios quedan anulados por la importancia del reconocimiento externo, y asi cada vez, nos escuchamos menos y miramos mas a esos ojos que nos quieren tanto y de los que necesitamos esa aprobación, hasta que dejamos de escucharnos del todo porque dejarnos de oirnos.
Desde luego es importante agradecer a las personas cuando hacen algo que nos agrada y nos gusta, y a todo el mundo le gusta que le agradezcan los esfuerzos; como cuando ayudas a alguien con alguna tarea, o dices o haces algo que hace sentir mejor al otro ¿Entonces, con los niños no hay que hacerlo?
¡¡Claro que si!! los niños son personas , y como tales hay que hablarles y tratarles.
A mi me ayuda, para quitarme la coletilla del "muy bien" pensar que le diría a un amigo /familiar o pareja cuando me ayuda con alguna actividad, o cuando alguien me da un beso ó un abrazo si me siento triste:
-Muchisimas gracias por tu ayuda
-Sin tí no lo podría haber hecho.
-Después de este abrazo me siento mucho mejor,gracias...
Y esas mismas frases intento decirselas a ellos. No es una aprobación ni estoy juzgando si esa persona lo hizo bien ó no, es un agradecimiento sincero por su ayuda.
No es lo mismo hacer las cosas por la aprobación que por sentirte bien al ayudar a los demás, porque en el segundo caso estas conectado con tus propios sentimientos.
Por el contrario, hacer la otra prueba( yo lo he hecho, y creerme es muy divertido):
¿Os imaginais diciendole a vuestra pareja
cuando os de un abrazo ó quite la mesa, o guarde su ropa en el armario ...
¡¡¡Muy bien!!!!?
Puede resultar molesto, ofensivo, cómico, estúpido...entonces...¿Por qué lo usamos con los mas pequeños?
SOMOS AMANTES DE LA NATURALEZA,LA MONTAÑA, LA ESCALADA,LOS ANIMALES, LOS VIAJES EN FURGO IMPROVISADOS... HACE UNOS AÑOS NUESTRA VIDA COMO PAREJA CAMBIÓ, AHORA TAMBIÉN ESTÁN ELLOS: D* NACIÓ EN EL 2010 Y E* EN EL 2012 , A ELLOS SE LES SUMAN DOS PERROS ADOPTADOS. NUESTRA VIDA AHORA ES BASTANTE DIFERENTE, CAMINA A OTRO RITMO, AL DE ELLOS. AQUÍ COMPARTIMOS PEDACITOS DE ELLA ,PARA SEGUIR CRECIENDO CON VOSOTROS.
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